El presidente Donald Trump anunció la imposición de un arancel del 21% a la mayoría de los tomates importados desde México, medida que entrará en vigor el 14 de julio de 2025. Esta decisión marca el fin del acuerdo de suspensión de 2019, que había evitado investigaciones antidumping y establecido protocolos de inspección para proteger a los productores estadounidenses.
En 2023, Estados Unidos importó tomates frescos o refrigerados por un valor total de $3,279.27 millones de dólares, con un volumen de 2,014.49 millones de kilogramos. De esta cantidad, México representó el 91%, con importaciones por $2,821.31 millones de dólares y 1,823.20 millones de kilogramos. Esta cifra refleja un aumento del 10% en valor respecto al año anterior, consolidando a México como el principal proveedor de tomates frescos para el mercado estadounidense.
Los tomates mexicanos son esenciales para la industria alimentaria estadounidense, ya que se utilizan en una variedad de productos procesados y frescos. La región de Laredo, Texas, es el principal punto de entrada de estos productos, concentrando el 57% del valor total de las importaciones de tomates mexicanos en 2022.
La imposición de estos aranceles podría tener repercusiones significativas en la economía estadounidense, especialmente para los consumidores de bajos ingresos, quienes podrían enfrentar aumentos en los precios de productos básicos como salsas, ensaladas y otros alimentos procesados.
La decisión de Trump de imponer aranceles a los tomates mexicanos no solo afecta las relaciones comerciales entre ambos países, sino que también tiene el potencial de alterar el acceso de los consumidores estadounidenses a productos alimenticios esenciales, aumentando los costos y afectando la disponibilidad de alimentos frescos. (Equipo Comouno.tv)
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