¿Por qué al despedirnos decimos adiós? Muchas culturas hacen referencia a Dios en sus maneras de despedirse, están vinculadas a tradiciones religiosas cristianas. Es una manera de desearle a al que se va, buen camino.
Por ejemplo, en español, la palabra adiós surge de la contracción de la frase “a Dios te encomiendo”, así se despedían en el siglo IV, la expresión fue evolucionando, la primera contracción fue “Con Dios” para finalmente llegara a la pequeña palabra “adiós”, que hoy todos utilizamos, independientemente de si creemos en un dios o no.
Los gabachos al despedirse, dicen “goodbye” que si lo miran bien también está la palabra dios implicada, esto es una evolución de la frase del siglo XIV “God be with you” -Dios esté contigo- la cual unieron para formar una sola palabra de buena onda para despedir al que se va.
En francés, se dice “adieu”, en italiano “addio” y en catalán “adeu”, los orígenes son similares, todas involucran a Dios, mucha chamba esa de cuidar a todos los que de una u otra forma se despiden, y que hay que acompañar y llevar con bien.
Pero la lista no termina ahí, en Alemania, por ejemplo, se dice de diferentes maneras y en todas hay presencia divina “Geh mit Gott” -ve con Dios- y “behüt dich Gott” -Dios te guarde-
Pero los católicos no tienen la exclusiva, en las culturas india y nepalí, no dicen dios propiamente, pero si dejan ver por ahí la presencia de la divinidad al saludar y la despedirse, ellos utilizan “namaste” o “namaskar” que significan “La divinidad que mora en mí se inclina ante la divinidad que mora en ti”, una manera profunda de desear cosas buenas.
“Fi aman Allah”, para que me entiendan, “Bajo la protección de Dios”, es la expresión que utilizan los árabes. Como diría mi mamá, en todos lados se cuecen habas, cada quien con su estilo, sus creencias y su dios.
El tema es que decir adiós no siempre es fácil, muchas veces tiene una carga importante de amargura, de incertidumbre, de esa sensación de no saber si volveremos a ver a la persona que se despide o de las que nos despedimos, si los que decimos adiós somos nosotros. Hay despedidas que han marcado la historia, que nos han hecho llorar o porque no, que nos han dado mucha paz.
Por ejemplo, la despedida de Maximiliano y Carlota en el famoso “Puente del Emperador” en la carretera vieja de Puebla a México, es una historia dramática que refleja la tragedia, según cuentan los historiadores, esta despedida no solo representa a un hombre despidiéndose de su mujer si no también es el fin de un periodo y de unos sueños.
En el cine hay despedidas icónicas, que nos han hecho llorar. Cuando el extraterrestre en (ET) le dice a Elliott “voy a estar aquí” señalándole su cabeza. Y cómo olvidar la frase “Tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero pronto y para el resto de tus días” en Casablanca que le dice Rick a Ilsa al despedirse, por recordar algunas.
El sábado pasado fue día de despedidas en el futbol español, seré más precisa fue día de despedidas en el Real Madrid. Según yo, independientemente de si le van o no, si les gusta o no el fut, de todas formas, fue un día muy emocionante. Pero puede ser que esté confundida, porque yo sí le voy al Madrid, sí me gusta mucho el futbol y sí, lo reconozco, soy una cursi que hasta lloré.
Primero se despidió Lucas Vázquez, quien jugó con el equipo 8 temporadas, sin duda una carrera con muchos logros y que nos dio muchas satisfacciones. El día de la despedida, salió antes de que terminara el partido, así que se llevó su buena aplaudida y pudo decir adiós como dios manda. También se despidió el entrenador Carlo Ancelotti, al que de cariño muchos le dicen “Don Carletto”. Pero todos sabíamos que la despedida choncha se la llevaría Luka Modric, jugó hasta el minuto 85. Cuando el árbitro de reserva levantó la pantalla anunciando su salida, el partido y el tiempo se detuvieron, todos los jugadores que estaban en la cancha sin importar la camiseta que traían puesta, formaron un pasillo para que Luka saliera del terreno de juego entre aplausos, palmadas y choques de manos.
Al final de ese recorrido lo esperaban su familia y lo que a mí más me emocionó, lo esperaba Toni Kross, ¿y eso qué? seguramente se preguntará más de uno, pues Kross se despidió el año pasado y la verdad es que fue un detallazo que estuviera en el Bernabéu despidiendo a su amigo, insisto soy una cursi y madridista.
Según revisé en Wikipedia Luka Modric ganó con el Madrid 28 títulos, incluyendo 6 Champions League y un Balón de Oro. También 5 ligas de Campeones de la UEFA, 3 ligas españolas, 3 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa por enumerar algunos logros. En fin, que se ganó cada aplauso, cada palmada y las lagrimitas de más de un cursi como yo. (Malusa Gómez)
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